Páginas

martes, 12 de julio de 2011

Si me paro a pensar


¿Qué somos sin los demás? Qué parte de lo que nos queda ha sido transformada por lo que ellos permutaron mediante gestos, daños y alegrías. A menudo la importancia de lo que nos hicieron, de lo que hicimos con ellos, por ellos, para ellos, sólo aparece cuando ya no están, cuando pensamos que no van a volver. Un amante perdido, un amigo enfadado, un extraño que ha decidido acordarse de nosotros, todos ellos configuran un atlas lleno de geografías extrañas e incontrolables.